INGREDIENTES (para 4 personas)
- 8 lomos de bacalao.
- 4 alcachofas.
- 2 patatas medianas.
- 2 huevos duros.
- 1/2 pimiento verde de los de freír.
- 1/2 cebolla.
- 1 tomate maduro grande.
- 1 dientes de ajo.
- 1 vasito de vino blanco.
- Pimentón rojo dulce.
- harina.
PREPARACIÓN
Desalar el bacalao 48 horas antes dejándolo a remojo y cambiando tres veces el agua.
Pelar las alcachofas dejando sólo la parte blanca. Cortarlas a cuartos y reservarlas en un cuenco con agua fría y unas gotitas de limón para que no ennegrezcan.
Poner un poco de aceite en una cazuela, cortar el pimiento, la cebolla y el ajo bien finos y sofreír. Añadir el tomate pelado y triturado.
Escurrir las alcachofas, pasarlas por harina y echarlas a la cazuela. Darles unas vueltas. Añadir el vino blanco. Seguir mezclando para que se absorba el alcohol y verter agua hasta cubrir las alcachofas. Añadir un poquito de pimentón dulce.
Pelar y cortar las patatas a cuadros. Añadirlas al guiso y dejar cocer durante aproximadamente media hora.
Cuando las alcachofas y las patatas estén tiernas, disponer los lomos de bacalao y seguir cociendo durante unos 10 o quince minutos.
Probar el punto de sal en estos momentos. Sólo si es necesario, salar, mezclar y dejar cocer un par de minutos más. Espolvorear con perejil y servir.
¡Buen provecho!
CONSEJOS:
Aunque no es absolutamente necesario pasar las alcachofas por harina, os lo aconsejo para que la salsa tome un poquito de consistencia.
Como habéis podido ver, no he salado el guiso en ningún momento. El bacalao, aunque haya estado en remojo, conserva parte de su sabor salado, así que probaremos nuestro plato al final de su elaboración y sólo entonces añadiremos sal si lo consideramos necesario. No olvidemos que un plato soso puede arreglarse, pero un plato salado es mucho más complicado hacerlo.
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